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Capilla Nuestra Señora de Luján
Tomás Jofré

Construir una capilla

 Cuando en el mes de diciembre de 2009 el Padre Tomás  O´Donnell, Párroco de la Iglesia San Patricio de la ciudad de Mercedes, Provincia de Buenos Aires reunió al grupo que trabajaría en el proyecto de construir una Capilla en Tomas Jofré, desencadenó con su impulso una serie de iniciativas que se irían concretando en poco tiempo, sin prisa pero sin pausa.                    
 
Desde un principio se planteó un objetivo claro: que el día de su centenario, el pueblo de Jofré pueda celebrarlo con una misa en su  propia capilla, un desafío por entonces difícil de imaginar. Construir un templo no es poca cosa; inaugurarlo en el corto tiempo de 16 meses es, por lo menos, dificultoso. 

Llevar adelante un proyecto de estas características requiere de pautas fundamentales: compromiso, transparencia, entrega, espíritu y  una buena dirección, factores que desde un principio encarnó la Comisión Pro-Capilla de Tomás Jofré, encabezada por el propio  Padre Tomás e integrada además por un grupo de personas de diferentes edades, afines a la Parroquia San Patricio y al pueblo de referencia.

La venia espiritual del Arzobispo Monseñor Agustín Radrizzani y de toda la Arquidiócesis de Mercedes-Luján fue asimismo vital para  encarar con confianza y seriedad semejante  empresa.

El proyecto trajo de la mano a la familia Vautretto, la cual había trabajado en la construcción del pabellón primario del Colegio San Patricio de Mercedes (B). Para el constructor Roberto Vautretto y sus cinco hijos la obra no fue un simple trabajo de edificación sino un compromiso amoroso asumido como si se tratase de levantar la propia casa. Su hijo mayor, Gonzalo Vautretto es además autor del diseño. Cada logro o tropiezo fue resuelto con real consciencia del significado de hacer una casa para Dios. Los albañiles y demás personal acompañaron con igual espíritu. 

La bendición del terreno

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El padre Tom bendice el terreno. Detrás suyo, Roberto Vautretto y su hijo Gonzalo
El 17 de diciembre de 2010 en una ceremonia íntima a la que asistieron miembros de la comisión, la familia Vautretto,  vecinos varios  y el Padre Tomás O'Donnell, el arranque espiritual de la obra tuvo lugar ante la bendición del terreno.

Financiar el proyecto

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En un lugar como Tomas Jofré, sembrado de emprendimientos económicos a la altura del éxito que ubica al pueblo como uno de los polos gastronómicos más importantes de la Provincia de Buenos Aires, podría suponerse que el financiamiento de un proyecto de estas características no acarrearía grandes dificultades. Fue el pensamiento de la Comisión Pro-Capilla  hasta que la realidad puso sus puntos y solo un puñado de comerciantes y vecinos estuvo dispuesto a comprometerse seriamente.  

Nos honra decir, en tal sentido, y en relación a las obras realizadas hasta el momento, que en un noventa por ciento la Capilla de Tomás Jofré fue levantada por particulares, a excepción de un modesto aporte del Senado de la Provincia de Buenos Aires y una contribución de la Municipalidad de Mercedes. 

Se recurrió a los pobladores de Jofre, a la feligresía de la Parroquia San Patricio de Mercedes, a amigos de la querida tierra de Irlanda y a la generosidad de empresas de los más diversos rubros, contactadas mediante cartas con detalle del proyecto.

Dos paneles con fotos del avance de la obra se fueron renovando a través de los meses tanto en Jofré como en la Parroquia San Patricio de Mercedes, compartiéndose con la comunidad la satisfacción de ver como cada contribución daba su fruto lento pero  incesante. 
 
Otras fuentes de ingresos no menores fueron numerosas ferias americanas realizadas en el predio de la Capilla y en la Parroquia San Patricio, sorteos diversos, con importantes premios asimismo fruto de la generosidad, las alcancías colocadas en comercios de Mercedes y Tomás Jofré y las colectas realizadas en la entrada del pueblo, los fines de semana, por los propios miembros de la Comisión y amigos que pararon miles de autos sin  importar lluvia o calor.  

No pueden dejarse de lado tampoco los asados con cuero que reunieron, en dos oportunidades, a más de 300 comensales colaborando con la
causa y degustando esa delicia gourmet, servida la primera vez dentro del templo a medio terminar y la segunda en el restaurante “La Casona”, generosamente cedido por sus dueños al efecto. Varios comercios cedieron para la ocasión su personal y su vajilla. El tiempo y amor de unos 50 voluntarios que armaron las mesas, hicieron compras, buscaron precios, asaron la carne, prepararon ensaladas, vendieron tarjetas y hasta aportaron sus autos para traer a la gente imposibilitada de llegar hasta el pueblo, todo ello es también patrimonio de la hoy Capilla Nuestra Señora de Luján de Tomás Jofré..

La parroquia San Patricio

El poblado Jorge Born, estación Tomas Jofre, se encuentra bajo la jurisdicción de la Parroquia San Patricio de la ciudad de Mercedes. Catequistas, Sacerdotes y voluntarios de esta Parroquia llevan a cabo desde hace varios años tareas pastorales en Tomás Jofré, tales como catequesis, bautismos, comuniones, etcétera, que durante tiempo tuvieron lugar en la escuela o en el salón de usos múltiples (SUM).   


Cinco intentos

Contar con una Capilla, fue un viejo anhelo del poblado y de las catequistas rurales que con el correr de los años se turnaron en la atención de
sus habitantes. 

El primer intento tuvo lugar alrededor de 1930 según recuerdan memoriosos vecinos.

A mediados de la década del cincuenta un vecino del lugar, Don Angel Bori, retomó el tema y trató, sin éxito, de lograr el apoyo de sus
conciudadanos. 

La tercer iniciativa se produjo dos décadas después, cuando la Comisión de Vecinos de Tomás Jofré, con la colaboración de los docentes de la escuela
local y el apoyo del recordado y querido Monseñor Ángelo, llegó hasta la Fundación Bunge y Born, con un proyecto para la construcción del templo, pero
nuevamente la misión fracasó.

El cuarto intento, ya de los Padres Palotinos, fue conducido por el por entonces Párroco Padre Santiago Wheelan, pero diversas circunstancias trabaron
su concreción. 

La llama inicial jamás se apagó y éste, el quinto intento, liderado por el actual titular de la Parroquia San Patricio, Padre Tomas O´Donnell, pudo
concretarse.

El altar, el sagrario, el púlpito y la pila bautismal

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La madera de curupay integra la personalidad la capilla
Tan valiosos elementos, capitales en la vida de una capilla, tienen asimismo origen en la generosidad del pueblo. Fue el comerciante Domingo Silvano quien poseyó durante años, en el fondo de su casa (el legendario restaurante Silvano), varios tirantes de madera Curupay, posiblemente vestigios de un viejo puente del hoy  desaparecido ferrocarril.

La noble y añosa madera donada por don Silvano, sumada al espléndido oficio de los artesanos Alejandro y Fabián Plenkovic, de la vecina San Antonio de Areco, cobró vida en la rústica y bella vestimenta de madera que hoy compone uno de los factores que dan identidad a nuestra  capilla.

El viacrucis y los candelabros

El viacrucis de madera, al igual que los candelabros, provienen de Irlanda y fueron donados por sacerdotes de ese país. Las leyendas, que
originariamente eran en inglés, fueron adaptadas con un complemento de madera de Curupay, por los nombrados artesanos.

La campana

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La campana fue donada por la familia Bombardieri, generosos  comerciantes con emprendimientos en el pueblo. Por razones de fuerza mayor debió ser colocada días después de la inauguración. La generosidad de esta familia
también es responsable de gran cantidad de los ladrillos del templo y, entre otras cosas, de las arañas de iluminación.


Los bancos

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Los bancos de la Capilla fueron donación de los fieles, habiéndose articulado una campaña a tal fin en las misas de la Parroquia San Patricio.

La generosidad en este sentido fue tan grande que muchos feligreses vieron
frustrada su voluntad de colaborar, por haberse completado la compra de los
  mismos en escasas semanas.


La inauguración

La Capilla Nuestra Señora de Luján de Tomás Jofré tuvo su inauguración el 25 de marzo de 2011, concretándose el objetivo inicial de coincidir dicho
evento con el centenario del pueblo, con una multitudinaria misa concelebrada por el Arzobispo Diocesano, Agustín Radrizzani y diversos sacerdotes, combinada con diversas actividades populares que tuvieron como centro la procesión gaucha, por las calles del pueblo, de la imagen de la Virgen de Luján.

Lo que falta

Es necesario dejar en claro que la obra no está aún concluida y seguimos necesitando el aporte generoso de la comunidad. La prioridad es mejorar
la entrada del templo con el fin de facilitar el ingreso de vehículos hasta la puerta, mediante un camino de material que evite el barro en días de lluvia,
teniéndose en cuenta que periódicamente se celebran casamientos y bautismos y la situación suele ser problemática.
 
Mientras tanto, disfrutamos de lo logrado. La Capilla es hermosa y su sencillez se amalgama con su entorno campestre. Los fieles, tanto pobladores
como visitantes, disfrutan de ella sumando a su paseo un momento en contacto con Dios en medio de la naturaleza . Los católicos comprometidos, catequistas y vecinas del lugar, la cuidan y asumen la difícil tarea de su limpieza. El equipo de acólitos y el de las Misas de Sanación que tienen lugar en Tomás Jofré, acompañan a los sacerdotes en las celebraciones litúrgicas.
 
Finalizamos esta crónica transcribiendo las palabras del prefacio de la misa de inauguración, el 25 de marzo de 2010.

 “…Después de 16 meses de construcción, aun no finalizada, radiante en su sencillez, producto del esfuerzo de mucha gente, llegó el día de  celebrar la primera misa y la  entronización a su Patrona, Nuestra Señora de Lujan. Lo hacemos en el día de la Anunciación del  Señor, el día del SÍ de María, el día de la Vida...”

Agradecimientos

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La comisión a pleno, familiares y amigos reunidos el día antes de la inauguración














Hay tanta gente a quien agradecer que resulta imposible emprender esta tarea sin olvidar nombres. Vaya a cada uno, conocedor  de su contribución en dinero, trabajo, tiempo, oración y/o aliento, todo nuestro amor de hijos de Dios. Algunos de ellos ya no están entre nosotros y sin dudas el amor y trabajo que dejaron en este camino, será parte importante de su cosecha de hoy en el Reino de los Cielos.

Al motor de este  proyecto, Padre Tomás, vaya la admiración y el respeto que ha sabido ganarse entre todo aquel por cuya vida pasó. Su sencillez, incansable trabajo, amabilidad, alegría e incondicional presencia, son ejemplo para todos aquellos que poseen en su haber, la dicha de haber trabajado para Dios, a su lado. 

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