
Las fotos lo atestigüan y es emocionante haber llegado hasta acá. Lo que un día fue un terreno y después paredes, ahora tiene techo. Cuando apenas los cimientos se hacían camino, los que amamos este proyecto ya los llamábamos capilla, pero acercarse hasta el predio y caminar bajo esta hermosura de techo de madera, permite ver la evidencia de que ya lo es.
Disfrutamos de este hermoso momento y lo compartimos con los tantos que lo han hecho posible. Mientras tanto seguimos apelando a la generosidad de empresas, fundaciones y particulares para poder continuar con el largo camino que queda.
Muchas gracias.
Disfrutamos de este hermoso momento y lo compartimos con los tantos que lo han hecho posible. Mientras tanto seguimos apelando a la generosidad de empresas, fundaciones y particulares para poder continuar con el largo camino que queda.
Muchas gracias.