
La emoción se hizo lugar este 24 de marzo a las 16:30 hs. cuando de la mano del Padre Tom, la misa comenzó. Fue en ese predio, donde las paredes ya asoman; donde si Dios quiere y el pueblo acompaña, exactamente en un año las campanas del Templo sonarán anunciando el milagro del sueño realizado.
Poca gente, como suele ser habitual, pero con una energía y una fe que contagia; con un fervor que se nota en las miradas.
Fue un momento de oración comunitaria, de union cristiana y de conciencia.
Se rezó por el proyecto y hubo lugar para que el constructor, Roberto Vautretto, detalle a los presentes, in situ, los pormenores de la obra.
Vendrán más bendiciones. Acompañenos en este camino.